De puntillas por el Sáhara Occidental
Entrar en el Sáhara Occidental (con nuestro sello de Marruecos en el pasaporte, eso sí) fue como entrar en el primer mundo. De repente, las ciudades no olían a cloacas ni aguas fecales dificultaban nuestro paso; la basura no estaba en cualquier esquina; al...