En nuestro viaje por Georgia he encontrado unas cuantas cosas que me han resultado muy… georgianas. Aparte de su alfabeto, porque este país de menos de cinco millones de habitantes tiene uno propio, menudos son.
Como iba diciendo, hay cosas que me han parecido muy características. Algunos diréis que tal cosa también se ve en tal otro sitio, y no os faltará razón, pero para mí son nuevas y además la suma de todas ellas le da un carácter especial a ese país. Aquí os cuento algunas de esas cosas que me han llamado la atención.
- Rollos de papel higiénico sin trampa ni cartón. O sea, que son todo papel. El rollo dura más, pero no se puede poner en el soporte tradicional que conocemos.
- Pay box. Tienen el aspecto de (aquí es donde delato mi edad) las máquinas de marcianitos de los bares. Están por todas partes. Sirven para recargar el crédito del teléfono, pagar recibos, contratar una tarifa de internet para tu casa, pagar multas de tráfico e incluso para hacer apuestas. Vamos, todo lo que uno necesita en caso de emergencia…
- Al ver una iglesia se santiguan tres veces. ¿Que la iglesia está delante de tu parada del autobús? Te santiguas. ¿Que pasas por delante de una cuando vas en un taxi? También. ¿Que ves una mientras adelantas en una curva sin visibilidad a 120 km/h y te vas fumando un cigarrito? Pues, por supuesto, te santiguas con la mano que te queda libre. (Por cierto, como son ortodoxos, hacen la señal de la cruz con tres dedos (pulgar, índice y corazón) tocándose primero la frente, después el pecho, luego el hombro derecho y por último el hombro izquierdo.)
- La religión está muy presente y no solo por la cantidad de iglesias que hay por todo el país. Cualquier sitio es bueno para colocar un cepillo y esperar así que los transeúntes echen unas monedillas. Los hemos visto en medio de la calle, en parques, junto a las fuentes, en la puerta de las tiendas…
- Hablando de iglesias, en este país tan religioso no se puede entrar en una si no se va vestido con decoro. Aquí «decoro» significa no enseñar los hombros o llevar pantalones cortos; esto vale para hombres y mujeres. Pero en algunas, las mujeres tampoco pueden entrar con pantalones largos, solo les está permitido llevar falda. En las iglesias más visitadas suelen tener unos sayos que te prestan encantados para que no se altere la paz del lugar. En algunas también hay pantalones largos para los hombres.
- En la zona de Tusheti, al norte del país, hay zonas cercanas a las iglesias que se consideran sagradas y por eso estas zonas están vetadas a las mujeres «impuras». ¿Que cuáles son? Pues las que sangran, o sea, las que están en edad de tener la menstruación.
- Los brindis en la mesa. No basta con un «salud» o «chin chin». Ni con un «arriba, abajo, al centro y pa’ dentro». Ni siquiera con una frase llena de buenos deseos. Los brindis georgianos son un ritual en la mesa y pueden durar toda la noche.
- Los georgianos, cuando van a un restaurante, solo están satisfechos cuando la mesa está cubierta de platos con comida y no queda ni un huequito libre. Pero lo que les gusta de verdad es que haya tanta comida que sea necesario amontonar los platos de comida, unos sobre otros, en la mesa.
- Hay botellas de cerveza de 2 y de 2,5 litros. Se nota que les va la «ludi» (así se llama la cerveza aquí). Estas botellas son de plástico, para que no pesen mucho y las puedas seguir levantando cuando ya te has bebido media.
- Peras rojas. Manzanas sí, e incluso plátanos, pero nunca había visto peras rojas. No solo lucen, sino que además son sabrosas y muy perfumadas.
- ¿Que hace calor? Pues vale «remangarse» la camiseta por encima de la tripa. Pero solo vale para los hombres.
- Las viudas van de riguroso negro, incluso se cubren la cabeza con un pañuelo negro, y muchas llevan una foto del difunto colgada del cuello. No hay testimonio gráfico porque no se dejan hacer fotos, precisamente porque son viudas.
- En el cementerio, además de flores, muchas veces ponen junto a las lápidas un vasito de licor (o incluso una botella). También hemos visto platos con frutas, que no todo es alcohol en la vida (ni en la muerte).
- Seguimos en el cementerio. Muchas de las lápidas tienen grabada una foto del difunto. Normalmente las lápidas son negras y la imagen es en «blanco y negro». Pero hay otras a todo color. De todas las que he visto, esta es mi favorita: una mujer con un vestido rojo, para que la recuerden así, alegre. Y el vasito de licor que no falte.
También me gusta este cuadro que estaba junto a otra tumba, donde se muestra el accidente de coche donde suponemos que falleció el muchacho.
Hay más cosas curiosas, que este país da para mucho, pero tampoco se trata de descubrirlo todo aquí y que cuando vayáis a Georgia os lo sepáis todo. Porque iréis a Georgia ¿verdad?
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Qué pasada! jaja Me han encantado, no pensaba que habían tantas cosas «diferentes» muy chulo el post, esperando la siguiente entrega!
Tan parecidos y tan diferentes, así somos.
¡Gracias por pasarte y por comentar!